Te contamos cómo lidiar con una de las cosas más borchornosas (pero comunes) que nos podría pasar.
¿Te ha pasado alguna vez que estas en el gimnasio haciendo abdominales y siente emites un sonido ahí abajo y sale un gas? Este episodio tan bochornoso te puede haber ocurrido también mientras tienes relaciones sexuales, cuando estás con las piernas muy abiertas o cuando tu vagina está muy relajada después de la fase de excitación.

En estos momentos quisiéramos que nos trague la tierra, por la vergüenza que pasamos, además de sorprendernos nosotras mismas por lo involuntario y espontáneo de la situación. Muchas pacientes llegan horrorizadas a mi consulta, queriendo suspender la actividad física y gimnasio para no exponerse nuevamente a una situación similar.

Te preguntarás ¿Por qué ocurre esto? La vagina es una estructura que mide entre 9 a 13 centímetros de largo y no hay medidas estándares para su ancho, pues es muy elástica y puede distenderse tanto que permite el paso del bebé durante el parto. Está rodeada de músculos, sobre todo en su tercio más externo, los cuales son voluntarios o estriados y pueden contraer y cerrar la vagina o abrirla y relajarla.
Pueden ocurrir varias instancias en la vida de las mujeres que hacen que esta musculatura esté más débil o hipotónica: después de un parto, si es que se han tenido muchos partos vaginales, por un desgarro perineal por un bebé muy grande, debido a un parto con fórceps o si sufres de obesidad.

¿Cómo podemos evitar que esto nos ocurra? Realizando ejercicios específicos de la musculatura vaginal, con el propósito de fortalecerlos. A continuación te doy algunos tips de cómo puedes hacerlos.
– Con tus manos bien lavadas introduce tu dedo medio en la vagina y trata contraer los músculos vaginales, cerrándola. Debieras sentir la presión de cierre sobre tu dedo. Este ejercicio lo puedes realizar en la ducha.
– Cuando estés teniendo relaciones, contrae los músculos y pregúntale a tu pareja si sintió la presión. Él puede ser un buen evaluador de tu progreso.
– Existen pesas vaginales con distintos gramajes, que se usan como si fuera un tampón: la introduces, contraes la musculatura vaginal y la sujetas, para que esta no se caiga por unos minutos. Recuerda siempre hacerlo con las piernas abiertas. Incluso puedes probarlo mientras te lavas los dientes o te maquillas.

Lo importante es que no contraigas tus glúteos ni abdominales, pues estarás entrenando otros músculos que no nos ayudan a solucionar este problema tan molesto.

Odette Freundlich
Directora de Centro Miintimidad
Kinesióloga Especialista en Rehabilitación Pelviperineal y Sexualidad
Apoquindo 5555 Of. 1101
Fono: 22207458
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Foto y texto publicado en: http://womenshealth.taconeras.net/2014/12/04/para-que-pases-verguenza/