Hay cosas que avergüenzan a un hombre cuando está frente a una mujer: invitarla a comer y olvidar la billetera; que ella pregunte si acaso esa es tu mejor tenida o que te regale un cupón de descuentos de un gimnasio. Sin embargo, nada se compara con ser mayor de 30 y ser virgen. ¿Qué hacer en esos casos?

La kinesióloga Odette Freundlich, del Centro Miintimidad tiene que tratar varios de estos casos, a propósito de una enfermedad muy común entre las mujeres: el vaginismo. Este problema hace que las mujeres contraigan la vagina, evitando así la lubricación de sus órganos e imposibilitando la penetración.

Como cuenta la doctora, muchas veces los hombres son parejas de toda la vida de sus mujeres y recién cuando se casan, se dan cuenta que no pueden mantener relaciones sexuales. Así, en vez de engañarlas, prefieren mantenerse castos.

«Los porcentajes de infidelidad cuando las mujeres tienen vaginismo es muy bajo; imagínate que una persona que se casa con alguien y aún sin poder consumar el matrimonio, se casó enamorado, entonces no es fácil llegar y engañar a su esposa», aclara.

Por lo mismo, la mayoría de los hombres casados y vírgenes a los 30, ni siquiera saben cómo hacer el amor. En definitiva, no saben cómo usar el pene en el acto sexual.

«Muchos de ellos no miran pornografía y no un problema de curiosidad, sino por temas religiosos. Si un hombre llega virgen al matrimonio, primero es por la enseñanza que ha recibido de su familia y probablemente por una convicción religiosa. Y es sabido que la religión prohibe la pornografía y por ello no conocen la anatomía de la mujer», dice la especialista.

Lee más sobre esta nota en el siguiente link.

Link: Publimetro.cl

Foto: venezolanonews.com